“Usted es muy dichoso que puede volver a su casa, a su patria … yo no he podido volver”

H.O.M.

Ese sentimiento de que no se puede volver a un lugar amado nos hace añorarlo, quererlo y sufrir por no poder volver.

La memoria acomoda la realidad y esa realidad acomodada nos hace desear más, aquello que no podemos tener, esos lugares a los cuales no podemos volver. El tiempo que no se detiene que no aminora su paso nos hace separarnos mas de esos lugares a los cuales no podemos volver.

Nuestra memoria puede distorsionar nuestro pasado . El pasado se puede volver mas hermoso, mas triste, mas agradable o mas doloroso. Pero es nuestro pasado al cual no podemos volver para vivirlo en nuestro presente. Hay un pasado que se quedo impreso; pero no tenemos a ese pasado en nuestro hoy ni en nuestro futuro. Ese pasado lo anhelamos.

Solemos desear con mas fuerza aquellas cosas que nos son difíciles de obtener o aquellas cosas que no podemos tener. Esos lugares a los cuales no podemos volver.

Muchas veces la vida se pasa deseando aquello que no podemos tener; aquellos lugares a los cuales no podemos volver y mientras mas pasa el tiempo, mientras mas viejos nos hacemos mas anhelamos, mas deseamos y mas sufrimos por no poder volver.

“Anhelo volver, deseo volver y no pudo volver.”

M.C.O